Nos hemos acostumbrado a que todos los mensajes que salen de nosotros (en la ropa, en los complementos, en los objetos cotidianos...) a que todo lo que tengamos que decir en realidad lo digan otros en nuestro nombre. ¿Porqué no personalizamos nuestras pertenencias? al fin y al cabo son nuestras, las hemos pagado y son nuestras. ¿Porqué no aprovechamos cada soporte para contarle al mundo lo que tengamos que decirle? Este ejemplo que muestro, además, surgió de una "necesidad" real.
La mayoría de los mensajes que nos lanzan son negativos. Entiendo que muchos funcionan como "advertencias" pero ¿no podríamos intercalar lo malo con lo bueno? Aquí va un ejemplo.
Bienvenido. El objetivo de este blog no es nada pretencioso. Simplemente se trata de una serie de reflexiones de cómo veo el mundo o, mejor dicho, de cómo me gustaría verlo. Espero que, al menos, te arranque una sonrisa, que buena falta nos hace. Gracias.